
Coliseo
La madrugada del 23 de marzo fue una marca temporal en nuestras vidas. El viaje que tanto habíamos ansiado e imaginado, desde que nos percatamos de su existencia para primero de bachillerato, estaba ahí, por fin.
En el bus, camino del aeropuerto de Barajas, iban nuestras ilusiones. Después de embarcar hacia una experiencia inolvidable ya sabíamos que nunca olvidaríamos aquello.
Plaza San Pedro (cúpula del Vaticano)
Cuando aterrizamos en el aeropuerto Ciampino y pusimos rumbo al hotel estábamos muy cansados, pero nada nos impediría disfrutar de nuestro primer día y recorrer las calles que tantas veces habíamos imaginado.
Al día siguiente nos esperaba una jornada agotadora, pero que se convertiría, sin duda, en uno de...