Los alumnos de ciencias, acompañados por los profesores Javier y Jorge Andrés hemos podido ver la fábrica de Pascual. Salimos de Zamora a las ocho de la mañana del 14 de marzo, con sueño y bastante tranquilos. A medida que transcurrían las dos horas de autobús que nos quedaban hasta Aranda de Duero el ambiente iba despertándose hasta culminar en canciones y charlas animando así el autobús.
Al llegar a Aranda sobre las diez de la mañana el bus nos condujo hasta la fábrica, no sin antes pararnos para asegurarse de qué íbamos por buen camino. Una vez en la fábrica nos recibió el guardia de seguridad y nos condujo a la entrada para visitantes. Allí pudimos comprobar una estructura muy cuidada y elegante con la que Pascual ya se había ganado nuestra atención. Había estantes con productos de la compañía, cuadros de los diversos procesos, una maqueta de la fábrica y un cuadro en relieve de los primeros tiempos de la fábrica Pascual acompañado por un libro antiguo.
Al llegar a Aranda sobre las diez de la mañana el bus nos condujo hasta la fábrica, no sin antes pararnos para asegurarse de qué íbamos por buen camino. Una vez en la fábrica nos recibió el guardia de seguridad y nos condujo a la entrada para visitantes. Allí pudimos comprobar una estructura muy cuidada y elegante con la que Pascual ya se había ganado nuestra atención. Había estantes con productos de la compañía, cuadros de los diversos procesos, una maqueta de la fábrica y un cuadro en relieve de los primeros tiempos de la fábrica Pascual acompañado por un libro antiguo.
Tras varios minutos, la encargada de guiarnos por la fábrica, muy simpática y atenta, nos condujo a una sala para que viéramos un vídeo sobre la compañía. En el tramo de la recepción a la sala mencionada comprobamos que la recepción estaba rodeada por pequeñas fuentes de agua.
Ya en la sala y tras ver el vídeo, que nos dio ganas de entrar a la fábrica cuanto antes, la guía nos dio batas y gorros para que nos los pusiésemos. Todos nos encontrábamos raros y las batas a muchos nos quedaban grandes. Tras esto, nos proporcionaron unos auriculares sin cables para que pudiésemos escucharla bien durante toda la visita. No podemos decir que fueran cómodos precisamente, pero sí útiles. Una vez explicado todo lo necesario para poder entrar, nos condujo a la salida del lugar de visitas.
La visita finalizó cuando llegamos a la sala de carga de camiones de distribución. La visita había resultado interesante y Pascual se había mostrado muy cercana con nosotros. Entramos en el autobús con la bata y el gorro de recuerdo y con un pack de productos de la compañía; zumo, Vive soy, yogures, un batido, un Yosport y un Bifrutas junto con una botella de agua Bezoya.
Nos fuimos contentos de haber visitado la fábrica en la que habíamos comprobado cómo los trabajos se alternaban entre humanos y máquinas automatizadas.

Antes de subir al autobús ya de vuelta a Zamora tomamos algo y ya volvimos al bus, donde el resto del viaje trascurrió igual de animado que el viaje de ida.
0 comentarios:
Publicar un comentario