Después de diez años, ha vuelto a frecuentar las aulas de 3º y 4º ESO, pero ahora no como alumno, sino como profesor en prácticas de asignaturas como Tecnología.
A sus 25 años, David Sandín, ha demostrado que el deporte de élite no es incompatible con los estudios, y que el esfuerzo es el mejor aliado para conseguir los objetivos que uno se proponga en la vida.